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jueves, 22 de septiembre de 2011

Trofología de los Alimentos




Trofología: Es la ciencia que estudia la correcta combinación de los alimentos. En la naturaleza nunca hemos combinado los alimentos y las necesidades metabólicas de cada uno de estos son tan específicas que muchas veces se generan incompatibilidades en las preparaciones culinarias. En la siguiente tabla simplificada de combinación de alimentos vemos en verde las combinaciones compatibles y en rojo las que causan perjuicio al organismo:

Dulces: Frutas dulces (manzana*, papaya*, sandía**, melón**, banana, uva, pera, durazno, damasco, mango, chirimoya, cereza, caqui, higo, dátil, yaca, níspero, etc); zanahoria y remolacha; frutas deshidratadas (pasas de uva, de ciruela, etc); mieles vegetales (de arroz, de malta, de caña, de cebada, de maíz, etc); arropes (de chañar, de tuna, de higo, etc); siropes (de maple, de miel de abeja innecesariamente robada); azúcares.

* Son bastante neutras y no generan tanta incompatibilidad con otros grupos, por eso se toleran de postre.

** Se digieren en el duodeno, es decir que pasan de largo por el estómago (a los 20 minutos ya se puede ingerir otro alimento) Son una excepción y no combinan con nada, deben tomarse solos y con el estómago vacío.

*** Si no está bien madura se considera fécula.

Ácidos: Frutas ácidas (lima, pomelo, naranja, piña, ananá, kiwi, maracuyá, etc); limón; vinagre, tomate.

Verduras: Hojas verdes y hortalizas no feculentas.

Féculas: Harinas (panificados, pastas, galletitas, tartas pasteles, pizzas, etc); cereales integrales o refinados (trigo, avena, cebada, centeno, arroz, maíz, mijo, sorgo, trigo sarraceno y otros); raíces (mandioca, papa, batata; etc); hortalizas feculentas (zapallo, anco, etc), castañas (de castaño), maní, pistacho.

Proteínas: Hongos y levaduras (50% proteína); quínoa, amaranto, etc (40%); soja y derivados (30%), legumbres (porotos negros, alubia, payares, lentejas, garbanzos, aduki, mung, arvejas y otras), carnes (mutilaciones de cadáveres de animales, 15% a 20%), frutos secos (nuez, almendra, avellana; castaña de cajú, etc).

Grasas: Aceites vegetales, aceitunas, coco, castaña de pará, lino, chia, sésamo, girasol (y otras semillas), grasa de leche robada y tejido adiposo de cadáveres.

Nota: Algunas clasificaciones son consideraciones de conveniencia a los efectos de evaluar la combinación, ya que la almendra por ejemplo tiene el doble de hidratos de carbono que de proteína y el maní tiene el triple de proteínas que de hidratos de carbono.

En general es conveniente que no haya más de un “alimento concentrado” por comida. Incluí productos obtenidos por la explotación animal sólo a los efectos de análisis de la alimentación vulgar. Los lácteos constituyen un veneno para la salud y combinan pésimamente con todos los grupos de alimentos, con la salvedad que las hojas verdes ayudan a hacer frente a sus efectos, por lo que si aún se consumen es deseable combinarlos con éstas.

¿Cual es la causa de la mala combinación?

Proceína con fécula: La fécula inicia su digestión en la boca con la enzima ptialina que es segregada con la saliva, es una enzima alcalina. La Proteína se digiere en el estómago mediante Pepsina que es segregada junto con el ácido clorhídrico y es una enzima ácida. Al ingerir ambos alimentos juntos, por ejemplo en pizza, milanesa, pancho, hamburguesa, sándwich de jamón y/o queso, carne con papas, fideos con estofado y un gran etcétera, se neutralizan el pH y ninguna de las enzimas puede actuar. Provocando putrefacción de la proteína y fermentación de la fécula. Eso traba la digestión en el estómago; el alimento permanece produciendo toxinas hasta por 12 horas o más, desgastando energía en el intento fallido del organismo por digerir la mezcla imposible.

Proteína con Proteína: Distintos tipos de proteína requieren distintos tipos de digestión, la mezcla es incompatible y provoca putrefacción de ambos alimentos.

Proteína con ácido: La pepsina se secreta en presencia de ácido clorhídrico, la detección de otro ácido en la boca inhibe la secreción de ácido clorhídrico en el estómago, provocando putrefacción de la proteína y fermentación del alimento ácido que encuentra trabada su digestión.

Proteína con dulces: La presencia de azúcar de cualquier tipo o fruta en la boca inhibe la secreción de ácido clorhídrico y de pepsina, ya que las frutas no lo requieren y son de rápida digestión. El resultado es putrefacción de la proteína y fermentación de la fruta o alimento endulzado.

Proteína con grasa: Las grasas se digieren en el intestino con la bilis secretada por el hígado; en presencia de grasa se inhibe la secreción de ácido clorhídrico y pepsina con la consiguiente putrefacción.

Féculas con féculas: La digestión de diferentes tipos de féculas requiere diferentes procesos específicos, con la mezcla se consigue fermentación de ambas.